En los tribunales, es cada vez más común encontrar casos de responsabilidad civil donde se exigen responsabilidades a directivos y administrativos por errores derivados de su actividad empresarial. Y es que cada vez más pymes, y no sólo grandes corporaciones, se enfrentan a este tipo de pleitos que pueden poner en peligro no únicamente el patrimonio de la sociedad que lideran, sino el personal.
Una reclamación de responsabilidad civil presupone la existencia de cuatro elementos esenciales que la estructuran:
- Acción u omisión: la responsabilidad puede surgir por cometer o no una acción, en este caso una omisión.
- Daño: hay muchos tipos de daños. Pueden ser personales, materiales, morales o derivados de un perjuicio.
- Nexo causal: En derecho existen muchas obligaciones civiles. Estas obligaciones son el nexo que existe entre la acción y el daño a reparar.
- Culpa o negligencia: Existen muchos tipos de culpa pero la más común es la impericia, es decir, cuando causamos un daño por desconocimiento. Una negligencia implica que no prevé un riesgo o que, si lo prevé, no toma medidas al respecto. Lo más importante de este punto, es que tanto la culpa como la negligencia no implican un dolo, que en jerga jurídica significa una intencionalidad o mala fe de causar daño. En caso contrario, estaríamos delante de una responsabilidad penal y no civil, que comportaría pena de prisión.
¿Qué cubre un seguro de RC para D&O?
El seguro de Responsabilidad Civil para D&O contempla garantías esenciales para proteger tu patrimonio económico, personal y familiar ante posibles reclamaciones que deriven de nuestros actos, aunque estos sean no intencionados.
Las coberturas son:
- La responsabilidad civil de estos directivos
- Inhabilitación profesional
- Responsabilidad concursal y gastos de constitución del aval concursal
- Gastos de representación legal, de extradición, de publicidad y de gestión de crisis
- Fianzas civiles y fianzas penales
- Reclamación por prácticas laborales
- sanciones administrativas
Modalidades de contratación
- El seguro individual, que cubre la responsabilidad civil de un alto cargo determinado, garantizando tanto su patrimonio personal como el corporativo de las distintas empresas en que desarrolle su gestión.
- El seguro corporativo, que contrata la sociedad para protegerse de posibles reclamaciones a todos sus altos cargos y, por tanto, proteger no solo el patrimonio de la sociedad sino colectivamente, el patrimonio personal de sus directivos y gerentes.
Desde Crouco recomendamos tener siempre en consideración que, ante la responsabilidad civil, los tribunales civiles aplican la RC objetiva, es decir, quien causa el daño es quien tiene la obligación de demostrar su inocencia y que su actuación fue correcta. Por ello, es vital estar bien asegurado, cubriendo todas las necesidades, incluso contar con la cobertura de representación legal que este tipo de seguro ofrece.
Garantizamos la responsabilidad de los altos cargos directivos y administradores ante cualquier reclamación por parte de un tercero, protegiendo el patrimonio, tanto personal como social, de la empresa ante actuaciones culposas del órgano de administración. Además, evita incurrir en importantes costes de reputación de la empresa asociados a demandas de responsabilidad que pueden dañar la imagen de nuestra marca.
Si eres un administrador o alto cargo directivo y quieres estar tranquilo ante cualquier reclamación por responsabilidad civil profesional, asegura tu patrimonio con Crouco.